Todas nuestras clases, como Profesores – independientemente del nivel en el que estemos laborando, de nuestra formación profesional, y/o de nuestra formación docente- tienen un Currículum Formal, un contenido programático, que surge tanto de los planes y programas de estudio como de la normatividad vigente sobre Educación y éste contenido influye en una gran medida sobre qué se enseña y con qué calidad se hace.
Sin embargo, en forma paralela, existe un Currículum Oculto, que se aprende tanto de las actitudes del maestro, de las relaciones del mismo con su entorno laboral, social y familiar como de las acciones que éste realiza. Un docente puede hacer amplias disquisiciones sobre moral, honestidad, seriedad, patriotismo, respeto, etc., pero si no las practica y las demuestra en su vida diaria, hará que sus discentes aprendan precisamente lo contrario.
Un estudiante siempre está dispuesto a absorber la enseñanza que se encuentra en ese Currículum Oculto. Siempre dispuesto a imitar tanto lo bueno como lo malo. Para él, el Profesor es una personalidad digna de ser copiada fielmente. Ya lo hizo en primera instancia con su padre/madre. Basta con observar al padre o a la madre y posteriormente al estudiante para ver que el hijo ha tomado de ellos la forma de hablar, algunas palabras, algunas expresiones, su forma de pararse, de moverse, hasta de portar la ropa o de hablarle a los compañeros. Ahora que está en la escuela, y hasta que termine su formación escolar, tomará partes de las personalidades que le agraden de algunos de sus profesores y las adoptará como propias. Quizás si recordamos las actitudes de nuestros hijos al estar jugando a la “escuelita” nos dará, pese a nuestra reticencia a aceptarlo, una idea bien clara de nuestro actuar como profesores.
Formamos almas. Podemos pervertir el proceso y hacer de ellos unos pésimos seres humanos, pero frente a esa posibilidad, está la de tomar conciencia de lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo y entonces aprovechar ese proceso y hacer de ellos unos seres independientes, humanos y generosos que el día de mañana serán unos excelentes ciudadanos.
El ejercicio de reflexión al cual te invito para conformar tus respuestas, tiene como preguntas las siguientes: ¿es el Profesor aquí y ahora un óptimo ejemplo para sus discentes? ¿su comportamiento invita al análisis, la crítica, el examen y la participación en libertad de sus estudiantes? ¿tu práctica docente es así? ¿tu Currículum Oculto hace que tus estudiantes aprendan a ser mejores padres, amigos, esposos, novios, hermanos, hijos?
Dr. Rodolfo Gallardo-Rosales, PhD.