Hoy… en el día de cualquier año
en el año de cualquier siglo
en mis plenas facultades mentales y físicas
declaro, que me declaro culpable,
culpable de todo lo que no hice
de todo lo que no he visto ni oído
de las palabras que no dije a tiempo
y de las otras que nunca aprendí.
Me preocupé por cosas que jamás sucedieron
y pasé gran parte de mi vida en sitios equivocados,
en horas equivocadas, con gentes equivocadas.
Declaro que llegué tarde a todas las citas
que no estuve nunca antes en ninguna parte
que encontré la primavera florecida,
la tierra repartida y el cielo prometido
Que todo lo que tengo es menos de lo que me falta
que lo que creía, no lo creí después
y que cometí el peor de los errores
soñé en un mundo de pesadillas.
Declaro… también que no hay nada más cierto,
que nuestro pasar por la vida,
ni nada mas falso que nuestra vida al pasar.
Que es feliz aquel que no quiere nada
que no sabe nada,
que no se pregunta nada,
y que no se da cuenta de nada.
Que de una mano temblorosa
puede caerse el amor que hay en ella
que todo lo que no se da no se acumula…
se pierde.
Que todos somos al fin y al cabo,
esclavos de algún vicio o de alguna virtud
que he sido fiel solamente a mis dudas
y que el hombre mas libre que conocí
iba atado al corazón de una mujer.
Gian Franco Pagliaro